Con o sin crisis, cuidar de nuestro bienestar financiero es esencial para mantener nuestro bienestar general. Sin embargo, ahora más que nunca es momento de darle prioridad a nuestras decisiones financieras.
Hay que reconocer que el distanciamiento social, a pesar ser una medida vital para reducir el impacto del COVID-19, también implica un golpe inesperado e inevitable en nuestro estilo de vida y finanzas.
Esto va para todos, tanto para quienes pueden estudiar o trabajar en casa como para quienes no pueden seguir la cuarentena al pie de la letra. Por supuesto, el punto no es entrar en pánico sino todo lo contrario, ver la situación tal y como es nos permite encontrar la manera de ser resilientes incluso cuando la cosa no pinta tan bien.
¿Por qué tanto énfasis en este punto? Como lo platicamos en nuestro artículo ¿Por qué tomamos malas decisiones financieras?, por lo general no estamos acostumbrados a tomar nuestras decisiones a partir de cálculos racionales, sino con base en nuestras emociones.
Así que antes de ponerte a revisar tus números y tomar cualquier decisión, haz una pausa para meditar o simplemente sacar la preocupación de tu mente. Una vez que te sientas tranquilo, comienza a organizar tus estrategias.
Es normal que a lo largo de éste proceso surjan momentos donde se detone el estrés o ansiedad pero recuerda hacer pausas para recuperar la calma y priorizar tus decisiones.
Como ya lo sabes, tener un presupuesto es clave para administrar tu dinero. Ahora, tomando en cuenta la inevitable crisis económica, debes empezar a hacer ajustes donde sea posible y necesario.
Esto significa hacer recortes en suscripciones y servicios que no formen parte de tus gastos básicos y evitar las compras de pánico o por estrés. Si pensabas en hacer una reparación a la casa, o invertir en muebles nuevos, probablemente prefieras redirigir ese gasto hacia tu fondo de emergencia.
Si ya cuentas con un fondo de ahorro/emergencia que te permita estar preparado en caso de que tus ingresos se vean afectados o que tengas que pagar algún imprevisto, ¡excelente! Sólo no te confíes, vale la pena que sigas haciendo ajustes en tu presupuesto y redirijas los gastos adicionales.
Por otra parte, si es la primera vez que contemplas armar un fondo de emergencia y aún cuentas con estabilidad en tus ingresos, vale la pena que incluyas esta estrategia como parte de tus prioridades financieras durante los próximos meses.
En general, sabemos que tener una o varias deudas puede representar un desequilibrio en nuestras finanzas pero en tiempos de crisis esas deudas se vuelven aún más notorias.
Como parte de tu nuevo presupuesto, procura reducir tu deuda al mínimo y de ser posible liquidar tu saldo pendiente. También es importante que restrinjas el uso de tu tarjeta de crédito como último recurso para no contraer más deuda.
1. Habla con tus jefes. Se vale pedir información y preguntar si hay un plan de respaldo en caso de que la situación se siga complicando.
2. Considera un seguro de gastos médicos adicional al que te corresponde por ley en caso de que tu situación laboral cambie.
3. Diversifica tus ingresos. La mejor manera de enfrentar una crisis es no dejar todos los huevos en una canasta. No significa que arriesgues la estabilidad de tu trabajo, pero es bueno que pienses en cómo generar ingresos adicionales.
4. Desarrolla nuevos conocimientos y habilidades. Como parte del punto anterior, adquirir nuevos conocimientos te puede ayudar a generar ingresos adicionales en un futuro cercano o a adaptarte en caso de que necesites encontrar otro empleo.
1. Habla con tus clientes para tener un panorama claro sobre tus ingresos. Es comprensible que estén contemplando recortar algunos gastos pero busca la manera de negociar con ellos de manera que ambos se vean beneficiados.
2. Acércate a otros freelancers. Una de las partes más inquietantes de ser freelancer es sentir que tienes que enfrentar todo por tu cuenta pero no es así. Ponte en contacto con otros freelancers para pedir consejos o incluso para establecer alianzas y desarrollar proyectos juntos.
1. Identifica los procesos clave de tu modelo de negocios.
2. Contempla los costos y pérdidas a corto y mediano plazo.
3. Busca estrategias y asesoría para cuidar de tus empleados.
4. Ponte en contacto con tus proveedores y clientes.
5. Piensa en cómo puedes usar esta situación para innovar tu negocio y responder a las necesidades actuales.
6. Prepárate y pon tu plan en marcha tan rápido como puedas.
Definitivamente no estamos del todo seguros de cómo es que ésta crisis va a transformar el mundo pero es seguro que sí lo va a cambiar. Nuestro estilo de vida, incluyendo nuestra salud, trabajo, relaciones personales, finanzas, etc., tendrá que adaptarse. Pero, si nos mantenemos informados y usamos este periodo para reflexionar y ser proactivos, sin duda regresaremos más fuertes que antes.
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