Ya que conoces los conceptos básicos y las consecuencias de no pagar la tarjeta de crédito, repasemos las distintas estrategias que puedes aplicar para que salgas de deudas y recuperes el control de tus finanzas.
¡Hay que cerrar la fuga desde el origen! Si tu objetivo es reducir o liquidar tu deuda entonces lo mejor es que dejes de acumular saldo.
Por supuesto, puede que la opción de guardar la tarjeta bajo llave no siempre sea viable, sobre todo en estas épocas, pero es aquí donde toca hacer un análisis de qué tan necesario es pagar con la tarjeta de crédito.
Ahora, si consideras que el origen de tu deuda tiene más que ver con una mala administración, entonces sí ve buscando dónde guardarla y no la uses a menos de que sea extremadamente necesario.
Este punto es básico para todo lo que tenga que ver con tus finanzas. De verdad, no nos cansamos de decirlo, el presupuesto es una de las claves para tener bienestar financiero.
Así que, de entrada, si nunca has hecho un presupuesto, no hay mejor momento que éste para que empieces. Te recomendamos que leas nuestro artículo ¿Cómo hacer un presupuesto? para que te inspires en cómo armarlo (no olvides incluir tu deuda)
Si ya cuentas con un presupuesto pero no tenías contemplado liquidar una deuda, es momento de sentarte a hacer ajustes sobre el mismo. Recuerda que los gastos fijos como la renta, servicios y necesidades básicas no se tienen que modificar.
Una vez que tengas clara la cantidad que puedes destinar para pagar tu tarjeta de crédito, arma un plan para ver en cuánto tiempo podrás liquidarla, de preferencia pagando más del mínimo casi en cuanto pase la fecha de corte.
No nos tomamos este consejo a la ligera, sabemos que ante la situación actual hay empleos y contrataciones que se han pausado. Sin embargo, aún existen oportunidades muy buenas para proyectos freelance en distintas áreas o incluso para emprender en tus horas libres.
Bien lo dijo Freddy Domínguez, Vicepresidente de Grupo Expedia en LATAM, en nuestra sesión de Facebook Live:
“Para emprender se requiere resolver un problema que el mundo tenga, y el mundo está lleno de problemas”
Y ahora que el mundo ha dado un giro inesperado, hay muchas oportunidades para encontrar soluciones que impacten positivamente la calidad de vida de los demás.
Así que, una vez que identifiques de qué manera puedes generar más ingresos inclúyelos dentro de tu presupuesto y redirígelos hacia liquidar tu deuda.
Ya sea que hayas aplicado una, ninguna o todas las estrategias anteriores, pedir un préstamo para refinanciar tu deuda sigue siendo una muy buena opción. En especial cuando se trata de montos grandes (arriba de 6 o 7 mil pesos).
Como lo mencionamos en la parte 1 de esta guía, la tasa de interés promedio de los bancos en México es del 50% ¡Imagínate cuánto dinero no le estarás regalando al banco en intereses!
Una de las ventajas de aplicar el refinanciamiento de deuda es que, por lo general, los préstamos para pagar deudas ofrecen una menor tasa de interés en comparación con la de las tarjetas de crédito. Por lo que si vas a redirigir o dedicar tus ingresos extra a liquidar tu deuda, vale la pena que te eches un clavado en las alternativas de financiamiento.
De esta manera podrías ahorraste una parte de tus intereses y salir más rápido de tu deuda ya que estarías destinando un mayor porcentaje para liquidarla con un pago mensual y plazo fijo que te permita saber exactamente cuándo saldrás de deuda.
En realidad esto es parte de la estrategia anterior, pero la ventaja de la consolidación está en cuando tienes más de una deuda que te gustaría refinanciar.
Por ejemplo, puede que debas sólo 4 mil pesos en tu tarjeta Citibanamex y 3 mil 500 en tu tarjeta Santander, pero ya que cada banco (y tarjeta) también cuentan con un CAT, fecha de pago y comisiones distintas, puede que te sea más complicado eliminar el total de tus deudas.
¡De manera que, si logras consolidar todas tus deudas en un solo préstamo, tendrás solamente una fecha de pago y un monto mensual fijo sobre el cual enfocarte! Además de tener solo una tasa de interés sobre el mismo préstamo y condiciones mucho más amigables.
Antes de terminar, queremos recordarte que estas estrategias que mencionamos tienen como objetivo mantener tu historial crediticio sano y evitar que caigas en mora, por lo que te recomendamos fuertemente que evites a toda costa “resolver” tu deuda con una reparadora.
Como lo menciona Alicia Márquez de El lado fácil de las finanzas, las reparadoras hacen todo menos reparar tu crédito. Si de plano crees que tu única opción es negociar con el banco, entonces intenta negociar por tu cuenta y opta porque te permitan pagar tu deuda en plazos fijos, puede que sea más tardado pero de los males es el menos peor.
Ahora sí, llegamos al final de nuestra Guía para pagar la tarjeta de crédito. Esperamos que te haya sido de gran utilidad para mejorar la relación con tu tarjeta de crédito y de paso salir de deudas manteniendo un buen historial crediticio o incluso mejorando tu score.
Aquí te compartimos la liga para descargar la guía completa junto con algunos tips y detalles adicionales que te pueden ayudar a aterrizar tu planeación financiera.
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