Dejar de pagar tu tarjeta de crédito puede parecer una solución temporal cuando estás enfrentando problemas financieros, pero las consecuencias pueden ser graves y duraderas. Si es la primera vez que te pasa algo así, es probable que te pasen por la cabeza muchas preguntas: ¿qué pasa si ya no puedo pagar mi tarjeta de crédito?, ¿cuánto tiempo puedo dejar de pagar?, ¿me pueden embargar por la deuda de mi tarjeta?, ¿es un delito no pagar mi deuda? En este artículo, exploraremos qué ocurre si dejas de pagar tu tarjeta, desde los cargos financieros hasta las posibles acciones legales, y te ofreceremos alternativas para salir de esta situación. Si tienes prisa, este corto video te podrá dar un resumen sobre lo que sucede.
Cuando no pagas una deuda de tarjeta de crédito, las consecuencias pueden ser graves. Tener un buen manejo de tu deuda es importante para mantener la estabilidad financiera y evitar problemas importantes a futuro.
¡Vayamos al grano! Las consecuencias principales de no cumplir en tu fecha de pago son:
Si ya pasó tu fecha límite y no pudiste hacer, cuando menos, el pago mínimo (que genera intereses ordinarios), entonces la primera consecuencia inmediata es la acumulación de intereses moratorios y posibles cargos por pago tardío.
Cada entidad financiera tiene sus propios términos sobre cómo se calculan los intereses moratorios, pero en la mayoría de los casos tu deuda aumentará muchísimo, volviéndose más difícil de saldar.
Si en tu caso, esto fue un descuido y se te olvidó, solo enfócate en ponerte al día con tu pago, cubrir los intereses y comisiones que se generaron por este primer atraso y ya. Tal vez solo tengas que ajustar un poco tu presupuesto para el próximo mes o esperar un poco más para comprarte ese capricho que ya tenías en mente.
Al no pagar a tiempo, el banco informará a las agencias de crédito (como Buró de Crédito o Círculo de Crédito) sobre tu incumplimiento, lo que afectará tu score crediticio. Un mal historial puede impedirte obtener nuevos créditos, como préstamos personales, hipotecas o incluso la contratación de servicios como telefonía móvil o alquiler de una vivienda.
Las situaciones como la deuda pueden impactar tu salud física y mental. Las finanzas son una de las causas de estrés más frecuentes, y no es para menos. Alivia tu estrés con algunos ejercicios de respiración y busca ayuda no solo psicológica o médica, sino financiera para acabar de raíz con el origen de este malestar. Existen soluciones como el refinanciamiento y hasta en el peor de los casos, una quita. ¡Ánimo!
Si sigues sin pagar, el banco puede tomar acciones legales en tu contra. En algunos casos, esto puede llevar a un embargo de bienes o al congelamiento de cuentas bancarias.
Si no tomas medidas para regularizar tu situación, el banco puede cerrar tu cuenta de tarjeta de crédito, pero eso no significa que la deuda desaparezca. En realidad, seguirás acumulando intereses y multas hasta que pagues el saldo completo.
¡La respuesta es: lo menos posible! Cada día que pasa sin pagar, tu deuda aumenta y tu historial crediticio se deteriora. No existe un plazo establecido, ya que las consecuencias dependen de varios factores, como el monto de la deuda y la política de cada institución financiera. Lo mejor es evitarlo siempre.
Considera que cada entidad tiene tarifas y comisiones o penalizaciones distintas, no es lo mismo dejar de pagar tu tarjeta de crédito en BBVA que en Nu, Plata Card o Invex. Todas estas condiciones deben mostrarse en tu contrato. Revisa los gastos de cobranza, penalizaciones de pago tardío y tasas de interés moratorio.
Aunque es poco común en las primeras etapas del adeudo, sí es posible que te embarguen si tu deuda es considerable y no pagas después de un largo periodo. Los bancos suelen recurrir primero a despachos de cobranza para recuperar la deuda, pero en algunos casos estos despachos utilizan malas prácticas como amenazas o engaños para presionar a los deudores. Aunque estos despachos son legales, cualquier tipo de acoso o amenaza no lo es. Si llegas a recibir llamadas fuera de un contexto de negociación cordial, te sugerimos ponerte en contacto con la CONDUSEF para que te asesoren.
Es importante aclarar que en México no puedes ir a la cárcel por una deuda con una institución financiera, ya que no es un delito penal. Sin embargo, sí podrías ser demandado judicialmente. Si el banco decide proceder por la vía legal, el proceso puede tomar semanas o meses y podría resultar en un embargo de bienes para saldar la deuda, además de otros costos como los gastos judiciales y honorarios de abogados. Por eso, es recomendable evitar llegar a este extremo y buscar negociar antes.
La primera opción cuando no puedes pagar es el refinanciamiento o la consolidación de deudas. Esto te permite agrupar tus deudas en un solo préstamo con una tasa de interés más baja, lo que te facilita hacer un solo pago mensual y reducir el estrés financiero.
Ten en mente que el objetivo de refinanciar tu deuda no es dejar de lado tu compromiso de pago, simplemente estás trasladando el monto de tu deuda a una alternativa que te ofrece mejores condiciones para liquidar y recuperar tu tranquilidad.
En Digitt, por ejemplo, diseñamos una solución para refinanciar tu deuda por medio de un préstamo en el que se paga directamente al banco, para ayudarte a salir de tu deuda de tarjeta de crédito bajo condiciones mucho más amigables como:
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Muchas veces, las instituciones financieras están dispuestas a ofrecer planes de pago o quitas, lo que puede ayudarte a reducir la carga financiera.
Quita o convenio de pago: Un banco puede perdonar parte de la deuda si acuerdas pagar una parte del saldo total en un plazo determinado.
Esto dañará mucho tu historial, dejando una mancha muy difícil de reparar, que afectará tus posibilidades para aplicar a otros créditos en un futuro.
Otra alternativa es cambiar tu deuda a una tarjeta de crédito garantizada o con tasa de interés baja. Aunque puede parecer una solución temporal, te ayudará a reducir los intereses acumulados en el corto plazo.
Si te encuentras en una situación donde no puedes ver una salida clara, es recomendable buscar la ayuda de un asesor financiero. Ellos pueden ayudarte a evaluar tus opciones y diseñar un plan para salir de la deuda.
Pagar solo el mínimo puede parecer conveniente, pero esto solo cubre una fracción del saldo y genera muchos intereses, lo que hace que tu deuda crezca. Intenta siempre pagar más del mínimo para reducir el capital adeudado y evitar la acumulación de intereses.
Tener un fondo de emergencia puede ser la diferencia entre caer en deudas o manejar una crisis financiera. Idealmente, deberías tener al menos tres a seis meses de gastos cubiertos en un fondo separado.
Establecer un presupuesto te ayudará a controlar tus gastos y evitar que te endeudes. Recuerda que las tarjetas de crédito deben utilizarse para gastos planificados que puedas pagar en su totalidad a fin de mes.
Lo primero de lo que va a pasar es que empezarás a recibir llamadas de tu banco unos días después de tu primer retraso. Te pedirán que pagues aunque sea el mínimo y te dirán todos los beneficios de hacerlo. Conforme pasen los días de retraso, las llamadas aumentarán.
Si ha pasado más tiempo (generalmente más de 60 días), el banco contratará un despacho de cobranza, que será más intenso para cobrarte. Intentarán contactarte por todos los medios posibles, y si no lo logran buscarán a tus referencias. Conforme pase el tiempo, el tono de sus llamadas y contactos se volverá un poquito más agresivo. Estos despachos de cobranza se vuelven realmente odiosos.
No pagar tu tarjeta de crédito tendrá un impacto negativo muy importante en tu Buró de Crédito. Conforme pasen los días de atraso, el reporte negativo será más grave y causará más daño a tu historial.
Si tu cuenta es enviada a cobranza, se considera que eres una persona que no paga ante las instituciones financieras y esto dejará una marca negativa en tu historial de crédito por muchos años. Esto provocará que muy difícilmente seas “sujeto de crédito”, al menos en varios años, por lo que no podrías obtener un crédito automotriz, hipotecario o cualquier otro financiamiento que llegaras a necesitar.
En muchos casos, los contratos de tarjeta de crédito estipulan que el banco tiene derecho a cobrar tu adeudo retirando fondos de tu cuenta de débito; pero esto solo sucedería si tu cuenta de débito y tu tarjeta de crédito son del mismo banco.
No, no irás a la cárcel por una deuda de tarjeta de crédito. Si algún despacho de cobranza te amenazara de esta manera, puedes tener la tranquilidad de que no pasará.
Legalmente, sí habría posibilidad de que lo hagan. Sin embargo en la práctica es muy poco probable que suceda, ya que tendrían que llevarte a un juicio mercantil que podría tomar mucho tiempo y dinero. Realmente no es nada común que esto suceda cuando se trata de deudas de tarjeta de crédito.
Como ves, atrasarte en el pago de tu tarjeta de crédito tiene solución. Así que no te agobies, lo más importante es que tomes la situación en tus manos y encuentres la mejor manera de recuperarte. Eso sí, una vez que encuentres la solución, recuerda tener más cuidado con tu organización financiera para no volver a caer en deuda y estar en otra situación así.
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