Si estás leyendo esto, es porque sabes que una de las prioridades para alcanzar tu bienestar financiero es resolver tus deudas. En ese caso ¡felicidades! Ya vas un paso más adelante.
Ahora, si además se te ha cruzado la idea de solicitar un préstamo para pagar deudas pero resulta que tu deuda es demasiado pequeña para ser refinanciada, no te preocupes, de hecho esto es algo que te puedes tomar como una buena noticia.
Si estás lidiando con una deuda pequeña, significa que aún cuentas con la capacidad de resolverla por tu cuenta. En unos momentos te diremos cómo, pero antes…
Recuerda que solicitar un préstamo para pagar deudas es una excelente estrategia, siempre y cuando éste préstamo te ofrezca mejores condiciones, las cuales se pueden ver reflejadas en las comisiones, plazos e intereses.
Sin embargo, es difícil que en el mercado de los préstamos encuentres alternativas convenientes para resolver deudas menores a 6,000 pesos. En caso de encontrarla te sugerimos primero revisar si la tasa de interés no terminará por hacer tu deuda más cara.
No basta con tener clara la cantidad. Escribe en tu agenda, o en cualquier otro espacio, en cuánto tiempo podrías y deberías pagar tu deuda. Al ser una deuda tan pequeña es posible que la tengas que pagar este mismo mes.
Si no crees reunir el dinero a tiempo, por lo menos identifica cuánto sería lo mínimo que deberías pagar para no generar intereses. Esta cantidad la puedes encontrar en tu estado de cuenta o ingresando desde el sitio o aplicación de tu banco. Sólo no te vayas a confundir con el pago mínimo sugerido por el banco porque abrirás otra puerta para encarecer tu deuda.
El primer paso es saber cuánto entra y cuánto sale de tu cuenta cada mes. El segundo es identificar las categorías de cada uno de tus gastos. Si ya tienes claro tu presupuesto mensual, entonces te puedes ir directo al tercer paso: reajustar tu presupuesto.
Los cambios en tu presupuesto deben ser coherentes, así que evita a toda costa tomar de tus gastos fijos. Tiene más sentido que empieces por tomar de tus gastos para diversión, ocio o entretenimiento.
Tampoco es recomendable que tomes de tus ahorros, pero a lo mejor estás ahorrando para algo de menor urgencia como una televisión. En ese caso queda a tu criterio si sería mejor tomar parte de ese ahorro para pagar tu deuda.
Como ya lo mencionamos, una deuda pequeña suele tener un plazo muy pequeño para liquidarla. Por lo que, en este caso, la sugerencia no es cambiar de empleo de la noche a la mañana.
Algunas ideas para traer más dinero a tu bolsillo y resolver tu deuda incluyen:
Puede que tu deuda sea resultado de un imprevisto que tuviste que pagar con tarjeta y consideras que al ser demasiado pequeña no es motivo para tomar de tu fondo de emergencia.
Está muy bien que no quieras recurrir a tu fondo de emergencia por la tentación de convertirlo en tu “fondo de deuda” pero vale la pena que apliques nuevamente tu criterio e identifiques si esta deuda califica como “emergencia”.
Mejor dicho, pide prestado a alguien de EXTREMA confianza. Dejamos esta opción hasta el final ya que muchos expertos en finanzas recomiendan evitarla. Esto se debe a que los préstamos entre amigos y familiares de confianza pueden ocasionar varios problemas.
Si ya intentaste las otras opciones pero la urgencia de pagar es demasiada considera lo siguiente antes de pedirle apoyo a alguien de confianza:
A lo mejor no es que tu deuda total sea muy pequeña, sino que es parte de una deuda más grande repartida entre más tarjetas de crédito. En ese caso te recomendamos la opción de consolidar todas tus deudas bajo un solo préstamo para pagar deudas.
Si ya intentaste solicitar tu crédito Digitt pero el monto de tu deuda era muy pequeño, te recomendamos que vuelvas a intentarlo pero que esta vez incluyas todas tus deudas en tu aplicación.
Ya te diste cuenta que salir de una deuda pequeña es más sencillo de lo que crees. Sólo necesitas poner todas tus ganas, esfuerzo e ingenio para lograr tu meta aún sin un préstamo para pagar deudas.
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