¡Hola! Si eres nuevo en el mundo de los créditos lo primero que debes saber es que contar con un historial crediticio positivo es lo más importante. Si te encuentras en esta situación y no sabes lo que tienes que hacer para construir el tuyo, no te preocupes y quédate con nosotros que aquí te lo explicamos todo.
El historial crediticio es un registro de tu comportamiento con respecto a todos los créditos que hayas solicitado. Básicamente presenta tu historial de pagos y muestra si las cuentas que están a tu nombre fueron pagadas en tiempo mes con mes. Asimismo, el historial crediticio puede ser consultado por instituciones financieras para ofrecer posibles créditos.
Contar con un buen historial crediticio es esencial si queremos acceder a financiamientos de cualquier tipo. Desde tarjetas de crédito que nos permitan financiar compras, hasta créditos de automóvil o hipotecarios que nos permitan obtener un bien o propiedad. La mayor cantidad de créditos están sujetos a una consulta previa del historial crediticio.
Aquí está el primer y más importante dilema ¿Cómo se puede construir el historial si no tengo un crédito? Y ¿cómo puedo contar con un crédito si no tengo historial? Esta situación es un poco similar a la experiencia laboral y el primer trabajo, sin embargo, a diferencia de esta última, existen mecanismos para acceder a créditos.
Lo que más le interesa a las instituciones financieras es tener una manera de medir tu capacidad de pago y tu comportamiento con los compromisos financieros que tengas. Así que para hacerlo podemos contratar un servicio de telefonía o cable que reporte tu comportamiento de pago al Buró de Crédito.
Por ejemplo, puedes ir a una empresa de telefonía celular, tramitar un plan de un año y pagar puntualmente cada mes para empezar a tener actividad crediticia. Incluso puedes solicitar el financiamiento de un nuevo equipo para mayor beneficio tuyo. De esta manera nuestro comportamiento de pago podrá ser visto por el resto de las instituciones financieras.
Una opción más rápida para obtener una tarjeta de crédito y construir tu historial crediticio es mediante las tiendas departamentales. En México existen varias tiendas departamentales que ofrecen tarjetas de crédito para compras dentro de la tienda. Generalmente estas tarjetas son ligeramente más sencillas de obtener que una bancaria.
Decimos que es más sencillo debido a que existe un tipo de tarjeta departamental que solo puede utilizarse dentro de la tienda. Es decir, no cuenta con respaldo Visa o Mastercard para compras en cualquier establecimiento por lo que el control de la cuenta está en manos de la tienda departamental. Lo importante es que también reporta al Buró de Crédito y eso es lo que nos interesa.
Si eres un usuario de una cuenta de ahorros o cheques en un banco estarás en la órbita para que se te ofrezca una tarjeta de crédito “básica” eventualmente. Cuando llegue tu primera tarjeta bancaria utilízala de manera responsable y paga a tiempo cada mes. Con esta tarjeta podrás generar un patrón de comportamiento de pago y construir positivamente tu historial.
El tiempo para recibir una tarjeta de crédito de tu banco es relativo. Mucho dependerá de tus ingresos, a mayores ingresos mayores posibilidades que tu banco quiera confiar en ti con un crédito revolvente. Sin embargo, es mucho más sencillo que tu banco te ofrezca directamente una tarjeta a obtenerla con otro banco que no te conoce.
Si los créditos no llegan a ti, otra manera de empezar a construir tu historial crediticio es mediante una tarjeta de crédito que cuenta con depósito de garantía o que pide un saldo mínimo para mantenerse activa. Es decir, asegurar a la institución financiera que hay fondos suficientes.
Existen varias tarjetas en el mercado con este funcionamiento. Tarjetas como Vexi, Stori, Banco Azteca Oro Garantizada y Banbajío Garantizada son unas de las opciones que te garantizarán una línea de crédito. Estas tarjetas además aumentan las líneas de crédito rápidamente lo que nos permitirá construir nuestro historial.
Esto es algo que decimos constantemente, pero si eres nuevo y quieres construir tu historial crediticio es vital que lo hagas. Pagar a tiempo es el primer indicador de nuestro comportamiento. El peor error que podemos cometer cuando comenzamos a construir el historial es atrasarnos con los pagos.
No solamente habrá un registro en el Buró de Crédito también podrás empezar a tener problemas de deudas acumuladas. Además, es importante que no esperes hasta el último día para hacer el pago, si puedes realizarlo desde antes hazlo. Esto habla de tu liquidez y de tu capacidad de pago. Cada detalle y pago importa, sobre todo al inicio.
Cuando tramites tu tarjeta de crédito verás que existen tres tipos de pagos: el pago mínimo, el pago para no generar intereses y el pago de la deuda total. Al construir nuestro historial es muy importante realizar siempre el pago para no generar intereses o incluso más. Evita a toda costa pagar solo el mínimo, eso solo te perjudicará.
La diferencia está en que el pago mínimo solo es una herramienta para mantener vigente tu cuenta, pero genera intereses y además, afecta en tu score crediticio. Cuando estamos empezando a construir nuestro historial es vital que seamos lo más “totaleros” que podamos. Es decir, paga la totalidad de la deuda y verás los beneficios.
Un error de muchos usuarios es no utilizar su tarjeta de crédito por miedo a las deudas y las repercusiones del atraso de los pagos. Sin embargo, si tenemos en cuenta que una tarjeta de crédito es un método de financiamiento y no dinero extra, no tendremos problemas.
Para construir el historial primero hay que usar los créditos. Por lo tanto usa tu tarjeta y paga el saldo en la fecha requerida. Eso sí, tampoco satures tu línea de crédito, mantén ocupado un 30% de tu línea total. Esto mostrará que no te falta liquidez y que utilizas la tarjeta de crédito para financiar y no para vivir.
Más arriba mencionamos que atrasarse en pagos y realizar el pago mínimo son de los peores errores que se pueden cometer al construir tu historial crediticio. No solamente te afectarán en ese rubro, sino que también te afectarán en el bolsillo. Ambas situaciones generan intereses moratorios y esos hay que evitarlos a toda costa.
Una deuda de tarjeta de crédito puede incrementar muchísimo en muy pocos meses. Si no atendemos el problema estaremos pronto en un círculo vicioso. Es decir, que tenemos tantos intereses acumulados que solo nos alcanza para pagar los intereses y no nuestra deuda de la tarjeta.
Muchos usuarios de tarjetas de crédito se encuentran en una situación donde solo pueden mantener viva su cuenta sin poder cubrir el monto de la deuda. Esto es frustrante porque pareciera que no se encuentra un fin. Cada mes los intereses aumentan y cada mes es más difícil pagar la deuda.
Por lo tanto, encontrar la manera de refinanciar la deuda es fundamental. Existen diversas opciones, desde préstamos con alguna amistad o familiar o negocio de quitas con la institución financiera, hasta refinanciamiento de la deuda. Nosotros en Digitt te podemos ayudar con la última opción.
Así es, una opción que no te penaliza en el Buró de Crédito y que te permite reestructurar tu deuda. ¿Cómo lo hacemos? Absorbiendo tu deuda y difiriendo esta misma a meses con un interés menor que el del banco. De esta forma puedes ajustar tus pagos y aligerar las cantidades que antes tenías que pagar.
Si te interesa saber cómo podemos ayudarte, puedes hacer el cálculo de tu refinanciamiento en nuestra calculadora. De igual forma, si quieres ver nuestro contenido puedes seguirnos en nuestras redes sociales o visitar nuestro blog para consultar más artículos sobre salud financiera.
Esperamos que todo lo que te compartimos sea de beneficio para ti y que puedas construir ese historial crediticio de la mejor manera posible. Nosotros nos despedimos ¡Hasta la próxima!
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