Si tienes una meta financiera por cumplir, necesitas ahorrar o revisaste tu presupuesto y te diste cuenta de que podrías estar gastando menos en algunas cosas para usar mejor ese dinero… ¡Recortar gastos es el siguiente paso!
Aunque no lo parezca, estos gastos por más pequeños o grandes que sean, terminan por afectar tu vida financiera si no tomas el control.
Con un poco de planificación y algunos ajustes, podrás reducir los gastos no esenciales y destinar dinero a las cosas que más te importan. ¿Será fácil? Quizá al inicio no, pero si lo haces sin duda tus finanzas serán más saludables y con el tiempo será más fácil. Sigue estos sencillos pasos para hacerlo.
Si ya tienes un registro mensual de tus gastos será muy fácil identificarlos, si no lo tienes puedes iniciarlo con esta guía de presupuesto personal. Primero identifica los gastos no esenciales, es decir, todos los que no afectan tu calidad de vida, que pueden o no estar cada mes y son más una comodidad o un gusto. Algunos ejemplos son las suscripciones de streaming, las compras innecesarias en Amazon o el cafecito diario de Starbucks.
Revisa cuánto gastas en cada uno y analiza cuales son más relevantes. Limita los “gustitos”, y analiza cuáles son menos importantes para que sean los primeros que puedas eliminar y destinar ese dinero directamente a tu ahorro.
Seguramente hay algunos gastos que no querrás dejar ir, ¡pero hay forma de hacerlos más pequeños! Puedes empezar por revisar todas las suscripciones a streaming u otros servicios que tienes activos y cambiar a un plan compartido con tu familia o amigos, también puedes reducir el número de veces que pides comida a domicilio o las veces que usas Uber semanalmente. Aprende a hacerte ese capuccino que te encanta en lugar de ir a la cafetería todas las mañanas, lleva tus propios snacks en lugar de pasar por una botana cada tarde.
Definitivamente no se trata de sufrir, sino de ser más inteligente al gastar. Evita las compras por impulso, planear con anticipación y darte el tiempo de comparar precios de un artículo te ayudará a ahorrar y pensar si realmente lo necesitas. Designa un presupuesto para esos gustitos que te mereces de vez en cuando, ¡y respétalo!
Recuerda que todo lo que ganes al recortar tus gastos, ya sea eliminando, compartiendo o reduciendo gastos, debe ir directamente al ahorro. ¡Ten disciplina! Repite este ejercicio al menos dos veces al año y tus finanzas te lo agradecerán.
¡Toma las riendas de tu presupuesto! Empieza a dirigir tus finanzas hacia tus objetivos para conseguirlos y formar hábitos que te beneficien a largo plazo. Solo necesitas dedicarle un poco de tiempo y disciplina para lograrlo. ¡Tú puedes!
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